miércoles, 21 de noviembre de 2012

Historia del juguete tradicional


o Juguete tradicional  
   *Historia del juguete tradicional

Desde que el hombre apareció en la faz de la tierra se convirtió en un ser curioso y probablemente juguetón. La pregunta surge sola: ¿cuál habrá sido el primer juguete de los niños de esa época de la historia de la humanidad? Si, como se podría pensar, vivían en cavernas, lo único que podían tener a la mano serían unos cuantos guijarros, que vendrían a ser las primeras canicas; algunos huesos restos de antiguas comidas y algunas ramas.
Como se habrá podido apreciar es prácticamente imposible determinar el origen de los juguetes, pero se sabe que ya en el antiguo imperio romano los niños se divertían con muñecas de marfil, en el Egipto de los faraones tenían también pequeñas estatuillas y animalitos, y en el Perú pre-inca existían muñecas de trapo.
En sus primeros pasos, el juguete era artesanal e incluso en ocasiones eran los propios niños quienes los fabricaban, generalmente buscando imitar objetos de la vida real. La revolución industrial dio un vuelco en la fabricación de estos artefactos de diversión y la evolución de la tecnología permitió crear objetos cada vez más parecidos a los reales para la distracción de los niños. Fue a partir de entonces que la diversión de los niños comenzó a ser mediada por el mercado.
Una historia que englobe a todos los juguetes es prácticamente inabarcable, por lo que, al intentar desarrollar un análisis histórico del juguete, no hay otra opción que basarse en cuestiones generales respecto a su evolución. Obviamente, no se puede obviar que ciertos juguetes fueron verdaderos hitos populares y marcaron el rumbo de la industria juguetera, siendo imposible no referirse a ellos en su especificidad. Las consideraciones acerca de los juegos varían. Por un lado es un instrumento de placer para el niño, y por otro, puede servir a propósitos educativos, llegando a tener gran importancia en el desarrollo de sus capacidades creadoras. Además, se lo considera un medio eficaz para el conocimiento de la realidad. En sus juegos, el niño refleja la vida que lo rodea, adquiere y precisa conocimientos. Por sus propias limitaciones técnicas, el juguete antiguo, precario si se lo observa desde la actualidad, permitía a la imaginación infantil complementarlo y darle sentido a su existencia dentro del universo de los juegos cotidianos, estimulando la capacidad creadora del niño. La ausencia de juguetes como los que ahora existen, la carencia de otros medios de diversión o entretenimiento como el cine y la televisión e incluso la limitada difusión de las prácticas deportivas, hacían que los juguetes populares tuviesen una mayor significación en la vida diaria de todos los niños de aquellos tiempos. Los juegos de los niños han estado determinados por los avances tecnológicos en la construcción de juguetes y por los cambios sociales y urbanísticos que han experimentado las ciudades. Así, antes era corriente ver a los niños jugar en las calles pero hoy es común que no salgan. Los tiempos cambian, las generaciones de seres humanos son distintas y los juegos que eligen los niños se relacionan con esos nuevos momentos de la humanidad. Los juguetes han experimentado grandes cambios, pasando desde los puramente artesanales, hechos con materiales de desecho por los propios niños, a los juguetes tecnológicos. Pero hay algo que no varía, casi siempre los juguetes tratan de imitar a la perfección el modo de vida y los objetos que interesan a los adultos. El desarrollo de la tecnología electrónica permitió la invención de artefactos cada vez más sofisticados y reales como coches eléctricos y a control remoto y las muñecas parlantes.

Podemos ver como la imaginación ha ido quedando de lado por el auge de los juegos modernos electrónicos que son mucho más fríos y que se inclinan más por la estrategia.

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