jueves, 29 de noviembre de 2012

Clasificación del juguete de vanguardia


A través de la ciencia pedagógica y psicológica han existido diversos criterios para clasificar los juguetes. Una de las primeras clasificaciones es la de Bühler, para él los juguetes podían clasificarse en tres tipos:
Ø Juguetes proyectados para el movimiento y la provisión de actividad motora, con vista al desarrollo muscular.
Ø Juguetes adecuados para el juego constructivo y creador, cuya fase señala el comienzo de la conquista del niño de los materiales que le rodean.
Ø Juguetes que se prestan a la acción dramática, la ficción, y el juego imitativo y capacitan al niño o niña a penetrar en el mundo de la fantasía.
Esta clasificación de Bühler, tan simple y poco actualizada para esta época, que visto bajo un análisis de nuevo tipo, ofrece aristas interesantes de considerar, algo que se ha de retomar cuando se valore la relación del juguete con la estimulación de las inteligencias.
Piaget establece una clasificación de juegos y juguetes ya mencionadas al inicio de este material, que es muy orgánica y consecuente con su teoría del desarrollo del conocimiento, por lo que refuerza el enfoque hacia la esfera intelectual.
Existen clasificaciones que se refieren a las edades cronológicas, relacionando una serie de juguetes apropiados para una determinada etapa del desarrollo, y se habla así de juguetes para lactantes, para niños de edad temprana, para los de edad preescolar. Este tipo de clasificación tiene muchas limitaciones, pues como ya hemos citado anteriormente, la edad solo puede constituir una guía general, siendo más importante valorar los procesos y propiedades psíquicas que en un momento determinado del desarrollo son promovidos y estimulados por un tipo dado de juguetes.
Esto nos lleva a clasificaciones que se encuentran básicamente en los procesos y cualidades en que intervienen, y así tenemos, por ejemplo:
Ø Juguetes para la concentración visual y auditiva.
Ø Juguetes para la discriminación perceptual.
Ø Juguetes para el desarrollo de la actividad con objetos.
Ø Juguetes para la formación de los movimientos finos (presión, agarre, etc.)
Ø Juguetes para estimular la motilidad gruesa.
Ø Juguetes para el desarrollo del lenguaje.
Ø Juguetes para la generalización de relaciones.
Ø Juguetes para la estimulación de emociones positivas.
Ø Juguetes para el desarrollo sensorial.
Ø Juguetes para la estimulación de los procesos asociativos.
Ø Juguetes para la formación de representaciones.

Otra clasificación semejante, en la línea conceptual de H. Page, es la siguiente:
Ø Juguetes para el desarrollo del vigor y la destreza motriz.
Ø Juguetes para las acciones constructivas y creadoras.
Ø Juguetes para la representación e imitación.
Ø Juguetes para el desenvolvimiento social.
Ø Juguetes para la habilidad artística: artes y manualidades.
Ø Juguetes para la adquisición de conocimientos.
Ø Juguetes de interés científico y de relaciones mecánicas.
Ø Hobbies o intereses cognoscitivos especiales.

Estas clasificaciones tienen un fundamento concebido básicamente a la estimulación de determinados procesos y cualidades, pero no contemplan todas las potencialidades susceptibles de ser estimuladas, ni todas las áreas de desarrollo. Su objetivo principal, estimular las propias acciones psíquicas o físicas, que significan la esencia de su enfoque, constituye una dirección acertada en el estudio de esta problemática, y se relaciona estrechamente con posiciones modernas, en las que puedan engarzarse de manera muy natural.
Según Borja (1980) y Librecht (1987) los criterios para incluir un juguete en el fondo lúdico de la Ludoteca deben responder a cuatro características:
Ø Pedagógico.
Ø Recreativo.
Ø Solidez.
Ø Práctico.

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