La siguiente manualidad es un atrapasueños. Este concretamente lo hice hace dos años. Sirve de adorno para colgarlo del techo y también es común verlo colgado en el retrovisor interior de los coches.
Para hacer este atrapasueños, en primer lugar, se necesita alambre con el cual haremos un aro (del tamaño que queramos). A continuación, cogemos lana del color que hayamos elegido y vamos cubriendo el alambre. En tercer lugar, con la lana del mismo color o de otro color, entrecruzamos la lana dando el efecto de una telaraña. En cuarto lugar, cogemos tres plumas de un plumero en este caso (ya que podemos poner plumas de pájaros que encontremos por la calle) y las colgamos debajo ayudándonos de un trozo de lana con la que sujetaremos las plumas al aro.
Según la historia, los atrapasueños se originaron en la nación nativa norteamericana de Ojibwa.
El atrapasueños, colgado sobre la cabecera de la cama, es usado a menudo como un hechizo para proteger a los niños de las pesadillas y de las visiones malignas. Los Ojibwa creían que un atrapasueños filtraba los sueños de las personas, de manera que los "buenos sueños" pasaban por el centro hacia la persona que duerme mientras que los "malos sueños" eran capturados por la malla y se desvanecían con el primer rayo de luz del amanecer.
El también llamado "cazador de sueños" se hizo muy popular fuera del pueblo Ojibwa y de las tribus panindígenas. En la actualidad, son fabricados, exhibidos y vendidos por algunos individuos y grupos artesanos de todo el mundo, muy pocos de los cuales siguen el proceso de energización tradicional de este adminículo.
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